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Pasan los años y cambian las costumbres
De acuerdo a la Encuesta anual de Hogares 2013, en más del 60% de los hogares de la ciudad vive una sola persona o dos. Esto se debe a que muchos jóvenes deciden ir a vivir solos, o en pareja; también son cada vez más los divorcios y la pareja, al dividirse, vive cada uno solo, por su lado o a lo sumo con hijos (quienes los tienen); otras personas en estado de viudez también viven solas y estudiantes que vienen de otras provincias o del exterior, a veces alquilan un departamentito.
Hace dos o tres décadas, no era común que los jóvenes dejaran el hogar paterno antes de casarse y ahora, quienes tienen la posibilidad económica, lo hacen porque desean independizarse o también para vivir en pareja, porque la nueva manera de pensar es que es preferible probar la convivencia antes de legalizar la relación.
Otro factor es que cada vez son más los separados. Cuál es la razón? Tal vez incide el hecho de que hay mayor expectativa de vida y la gente siente que es un sacrificio vivir muchos años con la misma persona...
Antes, cuando moría alguno de los padres, los hijos se hacían cargo del que quedaba solo y lo llevaban a vivir con ellos o se quedaban en la casa de sus padres. Actualmente, la mayoría de las mujeres trabajan y ya no disponen del tiempo para estar en la casa y cuidar a sus padres ancianos, entonces, los que están en condiciones de vivir solos, lo hacen y quienes no están bien, viven en geriátricos.
A todo lo anterior, podemos agregar que, en algunos países del mundo, que están superpoblados, como China, hay control de la natalidad. Otros países, como España, donde en algunas ciudades, la mayoría de sus habitantes son gente de la tercera edad, se daba todo tipo de facilidades para que fuesen a vivir parejas jóvenes, en edad reproductiva, para poblar esas ciudades, que haya personas de distintas edades y no se conviertan en ciudades de viejos, tendientes a desaparecer.
Aquí, en Buenos Aires, también en ese aspecto, la forma de vida ha cambiado y los jóvenes, no solo reniegan del casamiento sino que no tienen apuro en ser padres y en algunos casos, ni siquiera desean tener hijos, es una decisión personal que nada tiene que ver con controles de natalidad.
Este nuevo perfil que se observa en nuestra ciudad, cada vez más parecido al de los países europeos, genera la consolidación de la vida en soledad y las familias chicas, la baja natalidad y el envejecimiento de la población.
Los datos aportados por la Encuesta Anual de Hogares realizada el año pasado, indican que en Buenos Aires, el 31,7% vive solo y 29,7% lo hace con otra persona. Otro 16,6% de los hogares está formado por tres miembros, y sólo en 7 de cada 100 viven cinco o más individuos.
Como otra cara del mismo fenómeno, el 38,7% de las mujeres no tienen hijos y, de las que sí, casi el 70% tiene hasta dos (29,3%, uno, y 39,9%, dos). Mientras tanto, el 33,4 por ciento de los porteños ya cumplió 50 años o más.
www.conozcarecoleta.com.ar (2945) - Publicado: (10/06/14)
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