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El Greco en el Museo de Bellas Artes

Con motivo de cumplirse cuatro siglos del fallecimiento de El Greco, el martes 28 de octubre, se inauguró en el Museo Nacional de Bellas Artes, la exposición "El Greco y la pintura de lo imposible, 400 años después".

La exposición se centra en tres de sus óleos de temática religiosa: Jesús en el Huerto de los Olivos del MNBA, Jesús con la Cruz a cuestas, de la colección del Museo Nacional de Arte Decorativo (MNAD) y, proveniente del Museo del Greco de Toledo y prestada especialmente para esta ocasión, Las lágrimas de San Pedro, como obra invitada, gracias a la colaboración de Cooperación española de la Embajada de España.

Es una buena oportunidad para conocer algunas de las obras de este importante pintor que ha sido el Greco y ahora, las tenemos en Buenos Aires hasta el 15 de enero de 2015.

El Museo de Bellas Artes está situado en Avenida del Libertador 1473, la entrada es libre y gratuita y la muestra se encuentra exhibida en las salas 5,7,15 y 21, en el horario:

Martes a viernes de 12:30 a 20.30


Sábados y domingos de 9:30 a 20.30

La exposición, cuenta con la curaduría de María Florencia Galesio, que presenta además un conjunto de pinturas de artistas españoles pertenecientes a la generación del 98, óleos de algunos de sus miembros que, en la transición hacia el siglo XX, revalorizaron la figura del maestro griego.

La parte museográfica está a cargo de Valeria Keller y Mariana Rodríguez, que han tenido en cuenta la luz, el color y la música en un espacio que atrae y estimula la mirada del visitante.

Completa la exposición la proyección del video El Greco. Pintor de lo invisible, gentilmente cedido por la Fundación El Greco 2014 (Toledo) y además un catálogo que cuenta con la colaboración de varios investigadores: Juan Antonio García Castro, Director del Museo del Greco de Toledo, analiza la pieza proveniente de esa institución, Las lágrimas de San Pedro. Por su parte el Arq. Alberto Belluci, Director del Museo Nacional de Arte Decorativo, ahonda en las pinturas del Greco y de Mateo Cerezo que se presentan en esta ocasión. Este texto se completa con el de Graciela Razé y Mariana Astesiano, del Área de Conservación y Restauración del mismo museo. Andrea Peresan Martínez analiza la mirada de pintores e intelectuales de la generación del 98 que encontraron en el pintor un significativo referente.

Doménikos Theotokópoulos, verdadero nombre del Greco, apodado así porque nació en Grecia, fue uno de los pintores de fines del Renacimiento.

Su formación pictórica fue compleja, obtenida en tres focos culturales muy distintos: su primera formación bizantina fue la causante de importantes aspectos de su estilo que florecieron en su madurez; la segunda la obtuvo en Venecia de los pintores del alto renacimiento, especialmente de Tiziano, aprendiendo la pintura al óleo y su gama de colores —él siempre se consideró parte de la escuela veneciana—; por último, su estancia en Roma le permitió conocer la obra de Miguel Ángel y el manierismo, que se convirtió en su estilo vital, interpretado de una forma autónoma.

En 1576 el artista abandonó la ciudad romana y estuvo primero en Madrid, y luego llegó a Toledo en la primavera o quizá en julio de 1577. Fue en esta ciudad donde vivió produciendo sus obras de madurez.

Su obra se compone de grandes lienzos para retablos de iglesias, numerosos cuadros de devoción para instituciones religiosas y un grupo de retratos considerados de máximo nivel.

En 1578 nació su único hijo, Jorge Manuel. La madre era Jerónima de las Cuevas, con la que no se llegó a casar y que se cree fue retratada en el cuadro La dama de armiño.

El 12 de marzo de 1586 obtuvo el encargo de El entierro del conde de Orgaz, hoy su obra más conocida. El cuadro, realizado para la iglesia de Santo Tomé en Toledo, se encuentra todavía en su lugar.

En agosto de 1612, el Greco y su hijo acordaron con las monjas de santo Domingo el Antiguo, contar con una capilla para el enterramiento familiar. Para ella, el artista realizó La Adoración de los pastores. Es una obra maestra en todos sus detalles: los dos pastores de la derecha son muy alargados, las figuras manifiestan el estupor y la adoración de forma conmovedora. La luz destaca dando a cada personaje importancia en la composición. Los colores nocturnos son brillantes y con fuertes contrastes entre el rojo anaranjado, el amarillo, el verde, azul y rosa.

El 7 de abril de 1614 falleció con 73 años, siendo enterrado en Santo Domingo el Antiguo.


Rosita Fashion - www.conozcarecoleta.com.ar (4484) - Publicado: (03/11/14)



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