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Los paraguas del 25 de mayo
El miércoles 25 se conmemoran 206 años de la Revolución de Mayo, que significó el nacimiento de nuestra Patria y un paso importante para que seis años después, fuese declarada nuestra soñada independencia.
Cada vez que pensamos en aquel 25 de mayo, viene a nuestra memoria la típica imagen del Cabildo y la gente parada frente al mismo, esperando novedades sobre lo que ocurría allí adentro. Esa conocida postal muestra que las personas estaban bajo la lluvia, con paraguas y mucho se ha hablado del tema, porque están quienes dicen que los paraguas todavía no existían.
Intentando buscar alguna respuesta, el orígen del paraguas, según una leyenda china, fue inventado por Lu Mei. Una joven había retado a su hermano a idear algo que les protegiese de la lluvia. En una noche, Lu Mei construyó un bastón del que pendían 32 varillas de bambú cubiertas de tela.
De acuerdo a la leyenda, el paraguas ya existía en China en el siglo XI a. C. y de allí pasó a Egipto y Grecia, donde fue usado como sombrilla. Tras la caída del Imperio Romano, desapareció hasta finales del siglo XV, cuando resurgió en Francia como objeto de lujo.
Los europeos, ya desde la Antigua Grecia, habían asociado el parasol (y el paraguas se parecía mucho) a las mujeres. De hecho, existe incluso algún texto del poeta griego, Anacreonte, en el que afirma que un hombre que lleve un paraguas es una muestra de afeminamiento. De modo que las mujeres griegas llevaban parasoles, como las etruscas y las romanas, pero los hombres no. Las gruesas capas de agua eran su única defensa contra la lluvia.
Jonas Hanway, viajero y filántropo inglés, fue quien utilizó por primera vez el paraguas en Londres. Caminaba todos los días con un paraguas, que utiliza para protegerse del sol y de la lluvia. No era de extrañar que fuera ridiculizado por sus compatriotas. Sin embargo, después de su muerte en 1786, los hombres ingleses comenzaron gradualmente a llevar el paraguas por la calle en la mano, teniendo en cuenta los días de lluvia que son tan frecuentes en el país, se ha convertido casi en un accesorio obligatorio.
Desde entonces hasta ahora el paraguas se ha extendido por todo el mundo habiéndose convertido en un accesorio de gran simplicidad y utilidad, que se usa casi exclusivamente como protección en días de lluvia, no tan elegante como el accesorio de moda de antaño.
Muchas personas, antes de salir de su casa abrían el paraguas y así accedían a la calle sin tener que mojarse e incluso lo hacían a la inversa, accediendo a la vivienda con él aun abierto. Esto ocasionó muchos accidentes domésticos, sacando más de un ojo y provocando múltiples lesiones, lo que llevó rápidamente a la creencia que dice que el abrir un paraguas en un interior trae mala suerte.
El químico escocés Charles Macintosh presentó en 1823 el primer paraguas impermeable y también fue el creador del abrigo impermeable.
El propio concepto de utilizar el paraguas para resguardarse de la lluvia no era común en Europa, se utilizaban parasoles para resguardarse del sol y aunque el elemento era el mismo, no lo asociaban con algo para resguardarse de la lluvia. La palabra umbrella (en inglés), deriva del latín "umbra" que significa sombra.
De hecho, el umbracullum (un gran parasol) era y es utilizado para dar sombra al Papa, uno de los pocos hombres en utilizar un elemento así en la Europa medieval. No sólo eso: el escudo de armas del Vaticano durante la sede vacante (el período de tiempo entre dos papas) sigue teniendo hoy en día el umbracullum papal. También podemos agregar que la sombrilla es el símbolo de las basílicas.
Finalmente podemos decir que en 1810, los paraguas ya eran conocidos en toda Europa, pero eran bastante costosos y por eso, en Buenos Aires, había, pero pocos y contaban con ellos las personas adineradas; el resto se cubría con capas y los más humildes se arreglaban como podían.
www.conozcarecoleta.com.ar (3887) - Publicado: 23/05/16
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