|
Como si fuesen pocos, arribaron vándalos extranjeros
El vandalismo en la ciudad es un tema recurrente que representa un importante gasto para el Gobierno de la Ciudad, al tener que restaurar monumentos, fachadas de edificios y también llevar a cabo la limpieza de vagones de subtes que han sido grafitados infinidad de veces.
Ahora, como si fuese poca la cantidad de vándalos propios, llegaron otros, provenientes de Alemania y Chile, que vinieron exclusivamente a vandalizar los nuevos vagones de subtes.
Los primeros en ser descubiertos fueron dos alemanes y luego un chileno que forman parte de grupos internacionales que compiten en lo que se conoce como "bombing". Viajan por el mundo con la única finalidad de pintar vagones de trenes nuevos, que representan un gran atractivo para estos vándalos y además, ganan puntos por hacerlo, que les sirven para medirse con otras bandas o entre sus pares.
Sabiendo que en el último año se incorporaron coches nuevos a la red de trenes y subtes porteños, el hecho de pintarlos por primera vez les otorga más prestigio.
La semana pasada, la Policía Metropolitana detuvo a dos alemanes y este lunes a un chileno, que habían viajado sólo para dejar estampado su sello en aerosol sobre los trenes.
El chileno detenido el lunes, que estaba a punto de pintar formaciones de la línea E en el taller de la estación San José, estudia Diseño Gráfico. Y uno de los alemanes es licenciado en Ciencias de la Comunicación. Ese es el perfil de la mayoría de los grafiteros: son instruidos y casi todos tienen trabajo estable.
Pintar grafitis en los subtes en forma clandestina se llama "bombing". Por lo general, quienes lo hacen dejan una marca personal en la formación o una firma que revela el nombre de la crew o agrupación a la que pertenecen. Los dos alemanes detenidos hace una semana habían pintado "DRB 031" en un coche de la línea D. DRB es una conocida crew alemana cuyos integrantes viajan alrededor del mundo para dejar su sello. Después publican fotos y videos a Instagram, en #drbcrew. Los alemanes detenidos en Buenos Aires, tenían pasajes para quedarse apenas cuatro días, los suficientes para cumplir su meta.
La fiscal porteña Verónica Guagnino, titular de la Unidad de Investigaciones Complejas de la Unidad Fiscal Sudeste, en diciembre desbarató a una banda local que había pintarrajeado varios coches de la línea A. Esta fiscal investigó la modalidad y descubrió que grafiteros de todo el mundo estaban incluyendo a los trenes de Buenos Aires entre sus piezas a conquistar.
El puntaje que se les otorga depende de los distintos objetivos a lograr. Se tiene en cuenta el valor artístico del grafiti, su tamaño, la dificultad de acceso al lugar intervenido o el momento en que se pinta. A mayor clandestinidad y mayor peligro, mayor puntaje.
www.conozcarecoleta.com.ar (2785) - Publicado: 23/01/16
| 
