|
La justicia es liebre o tortuga, según convenga...
En los últimos días se dio a conocer que el juicio contra los rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa, el 18 de enero de 2020, en Villa Gesell, será recién el 2 de enero de 2023 y además de sus padres, familiares y amigos, todos los que nos solidarizamos con ellos nos preguntamos: ¿Por qué tres años después? ¿Por qué prolongar la agonía de esos padres que perdieron a su único hijo y solo esperan justicia?
 Una imagen puede más que mil palabras y como es de público conocimiento, hubo cámaras que registraron el sanguinario y cobarde ataque a Fernando, de un grupo de ocho jóvenes que lo mató a patadas y golpes e incluso, poco más tarde, algunos de ellos se habían cambiado la ropa y fueron a comer tranquilamente a una hamburguesería. ¿No es prueba más que suficiente?
El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores fue quien dispuso la fecha de inicio del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche de Villa Gesell. Tal como se había anticipado, el debate oral y público tardará más de lo esperado.
De acuerdo con la notificación que ya recibieron las partes involucradas, el debate constará de un total de 22 jornadas consecutivas, de lunes a viernes, en donde se expondrá toda la prueba. Durante la audiencia preliminar, se le anticipó al tribunal integrado por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, que durante el juicio serán convocados más de 130 testigos.
“A los fines de no demorar este proceso, ni alterar los restantes [expedientes] en trámite ante el tribunal, encontrándose solo disponibles los meses de enero (por su afectación al servicio de feria judicial) y de acuerdo a los requerimientos de las partes, consideramos ajustado a las necesidades de todos los intervinientes, atendiendo al principio de celeridad en respeto de las garantías procesales antes esgrimidas, fijar para la realización del juicio oral y público 22 jornadas, que se llevarán a cabo a partir del 2 de enero de 2023 de lunes a viernes”, se sostuvo en la resolución del TOC N° 1 de Dolores.
Los jueces agregaron que “este tribunal no posee en el próximo año y parte del siguiente (2023), disponibilidad en su agenda para llevar adelante un debate con la extensión del presente, al menos sin desmedro de los derechos de otras personas -en su mayoría privadas de la libertad- que esperan la realización del juicio en cada caso”.
En otro tramo del escrito, se indicó que la cantidad de testigos que declararán será de 130 y se fijaron 120 días para la instrucción suplementaria, que son algunas medidas de prueba pendientes y pedidas por las partes a las que accedió el TOC Nº 1, informó la agencia Télam.
En la elevación a juicio ordenada en febrero por el juez de Garantías 6 de Villa Gesell, David Mancinelli, y confirmada en abril por la Cámara de Apelación y Garantías de Dolores, se acusa a Máximo Thomsen (21), Ciro Pertossi (21), Luciano Pertossi (19), Lucas Pertossi (22), Enzo Comelli (21), Matías Benicelli (21), Blas Cinalli (20) y Ayrton Viollaz (22) del delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas.
En el marco de la investigación, la Justicia sobreseyó a otros dos jóvenes acusados de ser partícipes necesarios: Juan Pedro Guarino (19) y Alejo Milanesi (20). Además de juzgarlos por el homicidio, los jóvenes acusados deberán también responder por las lesiones sufridas por cinco amigos de Fernando, quienes se encontraban con él cuando fue asesinado.
La fiscal indicó en su pedido de elevación a juicio que “aprovechándose del estado de indefensión de la víctima, con el fin de darle muerte y cumplir con el plan acordado, los acusados le propinaron” en el suelo “varias patadas en su rostro y cabeza”, y los golpes le produjeron “lesiones corporales internas y externas” que “provocaron su deceso en forma casi inmediata, al causarle un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo grave de cráneo”.
Otro hecho más que entristece y avergüenza a los argentinos, que queremos creer en la justicia pero la misma justicia se ocupa de desacreditarse ante nuestros ojos, ya que procede lenta como una tortuga y sin embargo, según convenga, puede ser una liebre veloz que actúa rápidamente para liberar presos, argumentando que en las cárceles podían contagiarse de Covid-19 cosa que ocurrió estando en libertad (Según el Servicio Penitenciario Federal, desde que comenzó la pandemia hubo 70 casos positivos y durante el primer semestre 2021 hubo solo un muerto por Covid), o los 12 imputados que fueron sobreseídos en la causa por el Memorándum con Irán, entre quienes se encuentra la ex presidenta y actual vice presidenta, Cristina Fernández.
Algunos cuentan con una Justicia a medida y otros con una "justicia" que en su lentitud no es justa.
www.conozcarecoleta.com.ar (4834) - Publicado: Lunes 18/10/21
| 
