Día Internacional del Abrazo
El 21 de enero se celebra el Día Internacional del Abrazo. La celebración nació gracias al psicólogo de la Universidad de Michigan Kevin Zaborney. Al ver que la gente se daba pocos abrazos quiso instaurar un día especial que ayudara a tomar conciencia sobre el contacto físico con los otros.
Las investigaciones confirman que este acto estimula las hormonas de la felicidad, fortalece el sistema inmune y promueve la conexión afectiva. Qué desencadena en nuestro cuerpo, según una experta.
El Día Mundial del Abrazo se celebra hoy por iniciativa del psicólogo Kevin Zaborney, de la Universidad de Michigan y máster en Teología de la Universidad de Boston. Esta idea surgió mientras trabajaba en un correccional de jóvenes en Michigan, donde observó que la sociedad estadounidense evitaba expresar sus sentimientos en público, incluso con familiares o personas cercanas. Por eso aseguró que, si las personas se abrazaran con mayor frecuencia, mejorarían su salud física, emocional y espiritual.
¿Cuáles son los efectos que puede brindar un abrazo?
La doctora Laura Maffei, (MN 62441), endocrinóloga, especialista en estrés, directora de Maffei Centro Médico, explicó a Infobae: “Las expresiones de afecto, como abrazos, caricias, sonrisas y risas, son poderosos estímulos para diversas hormonas y neurotransmisores relacionados con el bienestar”.
Y agregó: “Actividades como el ejercicio físico y los gestos de complicidad refuerzan estas conexiones hormonales, fomentando estados de ánimo positivos y una mejor salud mental. El contacto físico y emocional, por pequeño que parezca, tiene un impacto profundo en nuestra calidad de vida al fortalecer tanto nuestro cuerpo como nuestra mente”.
Este aumento de la oxitocina contribuye a una serie de efectos positivos en el organismo, señaló Maffei: “Reducción del estrés, mejora del estado de ánimo, fortalecimiento de los vínculos emocionales y promoción de una sensación de calma y felicidad”.
Esta fecha se celebró por primera vez el 21 de enero de 1986 en el pueblo de Clio en Michigan y se popularizó en los Estados Unidos gracias al Calendario de eventos Chase, una publicación que presentaba todas las festividades locales. Ese año incluyó el Día Nacional del Abrazo y así nació la celebración. Tiempo más tarde cruzó fronteras, convirtiéndose en Día Internacional.
Y esto no fue todo: Zaborney consideró que la jornada ideal para celebrar el Día del Abrazo debía estar entre las fechas de Navidad y el Día de los Enamorados, buscando así promover un mayor acercamiento de la sociedad.
El abrazo alivia la ansiedad, la depresión y el estrés
De acuerdo a Robin Dunbar, profesor de Psicología Evolutiva del Departamento de Psicología Experimental, Universidad de Oxford, en un artículo publicado en The Conversation explicó que las endorfinas atenúan el dolor psicológico. “Por eso, un abrazo es reconfortante cuando alguien está llorando. Las endorfinas también activan regiones del cerebro asociadas con la recompensa, como la corteza orbitofrontal —justo encima de los ojos—, y es esto lo que nos hace querer repetir la experiencia”, señaló.
Un abrazo no solo mejora el bienestar emocional, sino que también refuerza los lazos sociales y personales.
La oxitocina también juega un papel crucial en las relaciones afectivas: “Mientras que las fases iniciales de una relación suelen estar marcadas por la pasión, la oxitocina es la protagonista en el desarrollo de vínculos duraderos y profundos. En esencia, un abrazo no solo mejora el bienestar emocional, sino que también refuerza los lazos sociales y personales“, destacó Maffei.
Y finalizó: “Además de la oxitocina, estas interacciones estimulan la serotonina, un neurotransmisor que actúa como un antidepresivo natural, y también contribuye al equilibrio emocional“.
Un abrazo no es solamente el acto físico de rodear a alguien con los brazos, explicó la psicóloga Rebeca Gómez en el sitio del Instituto Europeo de Psicología Positiva. “También es una de las formas de expresión emocional que nos permite transmitir nuestro cariño hacia esa persona, lo que lo convierte en una manera silenciosa de demostrar amor o de alguna forma decirle ‘te quiero’“, afirmó.
“Se trata de un gesto que nos acompaña desde que nacemos: durante el primer año de vida estamos predispuestos biológicamente a buscar contacto físico que nos permita garantizar nuestra supervivencia y desarrollar vínculos afectivos”, explicó la experta.
Rebeca Gómez enumeró los siguientes beneficios de abrazarse más:
- Alivia la ansiedad, la depresión y el estrés.
- Favorece la calma y hace sentir menos soledad.
- Ayuda a combatir el insomnio y afrontar miedos.
- Comunica emociones y sentimientos.
- Fortalece la autoestima.
- Mejora el sistema inmunológico.
- Facilita el entrenamiento en la empatía.
- Favorece los desbloqueos físicos y emocionales.
- Despierta la creatividad. Estimula la gratitud.
- Potencia el optimismo y el buen humor.
www.conozcarecoleta.com.ar - 4902 caracteres – Martes 21/01/25
|